Si estás pasando o has pasado por un momento difícil, donde el enojo, la frustración y la tristeza te rebasan, este artículo es para ti. Consulta esta secuencia de pasos que te pueden ser útiles en esos momentos de alteración emocional.
Primera fase: Orientación hacia el problema
Primero, detente… para desarrollar este paso debes respirar profundo un par de veces o contar de 100 a 0. Una vez lo hayas hecho, vamos a reconocer tu actitud ante el problema. Recuerda tener una actitud positiva respecto a que eres capaz de resolver esto. Para ello hazte las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es el problema?
- ¿Cuáles son las causas de este problema?
- ¿Cuáles son las consecuencias de este problema?
- ¿Considero tener las habilidades, conocimientos y recursos para resolver este problema?
Segunda fase: Definición del problema
Ya que escribiste las respuestas a las preguntas anteriores, debes tomar la información y organizarla. Una vez que la tengas ordenada, determina una serie de objetivos y metas para superar el problema. Por ejemplo, si tu problema es financiero, debes tener claro si se debe a la falta del ahorro, a que tus ingresos son bajos o que tus gastos son muy altos, en consecuencia lógica, las soluciones podrán ser: crear el hábito del ahorro, aumentar tus ingresos o bien reducir tus gastos, etc. Intenta hacer este ejercicio.
Tercera fase: Generación de alternativas
Una vez establecido el problema de manera clara, realiza una lluvia de ideas que te permita tener alternativas. No pierdas de vista que el objetivo de este paso es tener muchas opciones, aún no es momento de valorarlas así que sólo enfócate en generar ideas. Es bueno contar con un plan B, C, D, etc. mientras más variedad tengas, menos frustración y confusión podrás sentir si el plan A no resulta como esperabas.
Cuarta Fase: toma de decisiones
En este punto cuentas con muchas soluciones a tu problema y debes iniciar con seleccionar una. Para ello, haz un listado de pros y contras de cada una de las opciones que estableciste en el paso anterior. Si el problema es financiero y el plan A es consultar a un asesor mientras el plan B es hacer un nuevo préstamo, valora lo positivo y negativo de cada uno de ellos previo decidir cual es la mejor.
¡OJO! Analiza las opciones en función de sus posibles resultados, el bienestar emocional que te van a procurar y el tiempo y esfuerzo que implicará aplicarlos.
Quinta fase: solución y verificación
Ahora que ya tienes una solución ,ponla en práctica. Además, realiza una lista de verificación, con las tareas necesarias para lograr tus metas y marcar las que ya realizaste. Esto permitirá que tengas control de tus avances para poder evaluar si la opción funciona y también tener a vista sus progresos.
De ser necesario ajustar la estrategia, no dudes en hacerlo repitiendo este ciclo de fases. No te desanimes si la primera vez que lo haces es difícil, recuerda que mientras más practicas una habilidad, mas sencilla se vuelve.
Fuente:
Caro, I. (2007). Manual teórico práctico de psicoterapias cognitivas. Barcelona: Desclee de Brouwer
Imagen obtenida de pixabay
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