La sexualidad, al igual que la motricidad, el lenguaje, la moral y el pensamiento, es un área importante del desarrollo humano y su estudio, conocimiento y abordaje debe ser igual de importante que el de las otras áreas. Sin embargo en contextos latinoamericanos tradicionales los padres deciden inhibir su actividad educadora en el ámbito sexual, por lo que esperan que el profesor se encargue de esta tarea, pero son pocas las capacitaciones que se brindan al profesorado en los niveles pre primario, primario y secundario acerca de la didáctica de la educación sexual.
Las consecuencias de esta realidad es la formación de ciudadanos que poco conocen acerca de cuáles comportamientos son sanos y cuáles no. De tal manera que pueden desarrollar creencias erróneas acerca de su propia sexualidad que en lugar de promover una vida sexual satisfactoria, más bien les hacen sentir culpa, frustración y rechazo hacia sí mismos y su sexualidad. Ante estas realidades que viven muchas personas diariamente se enumeran a continuación los comportamientos del adulto sexualmente sano según el Consejo de Educación e Información sobre sexualidad de los Estados Unidos:
- Valora su propio cuerpo.
- Busca información acerca de la reproducción según sea necesario.
- Afirma que el desarrollo del ser humano comprende el desarrollo sexual, el cual puede o no incluir la reproducción o la experiencia sexual genital.
- Interactúa con ambos géneros de una manera respetuosa y adecuada.
- Afirma su orientación sexual y respeta la orientación sexual de los demás.
- Expresa su amor e intimidad en forma apropiada.
- Establece y mantiene relaciones significativas.
- Evita toda relación basada en la explotación y manipulación.
- Toma decisiones con conocimiento de causa respecto a opciones de familia y estilos de vida.
- Muestra destrezas que mejoran las relaciones interpersonales.
- Se identifica y vive de acuerdo con sus propios valores.
- Es responsable de sus propios actos.
- Practica la toma de decisiones eficaz.
- Se comunica de manera eficaz con su familia, sus compañeros y su pareja.
- Disfruta y expresa su sexualidad durante el transcurso de su vida.
- Expresa su sexualidad de manera congruente con sus propios valores.
- Es capaz de reconocer los comportamientos sexuales que realzan la vida y los que son perjudiciales para sí mismo y para los demás.
- Expresa su sexualidad a la vez que respeta los derechos de los demás.
- Busca información nueva que le permita mejorar su sexualidad.
- Utiliza métodos anticonceptivos de manera eficaz a fin de evitar embarazos no deseados.
- Evita el abuso sexual.
- Busca atención prenatal oportuna.
- Evita contraer o transmitir infecciones de transmisión sexual.
- Practica comportamientos que promueven la salud, tales como reconocimientos médicos regulares, autoexámenes de los testículos o de los senos, e identificación oportuna de posibles problemas.
- Muestra tolerancia hacia personas con diferentes valores y modos de vida sexuales.
- Evalúa la repercusión de los mensajes familiares, culturales, religiosos, de los medios de comunicación y de la sociedad en los pensamientos, sentimientos, valores y comportamientos personales relacionados con la sexualidad.
- Promueve los derechos de todas las personas a tener acceso a información fidedigna acerca de la sexualidad.
- Evita los comportamientos que conllevan prejuicio e intolerancia.
- Rechaza los estereotipos respecto a la sexualidad de las diversas poblaciones.
En conclusión, los comportamientos que se consideran sexualmente sanos implican el conocimiento acerca de las propias preferencias, gustos y orientaciones en cuanto al ámbito sexual así como el cuidado, conciencia y consenso de sus prácticas. Además no se puede olvidar, el respeto hacia la sexualidad de los demás. Fuente: SIECUS (Consejo de Educación e Información sobre sexualidad de los Estados Unidos)
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