Las familias reconstituidas se caracterizan porque al menos uno de sus integrantes ha tenido una experiencia previa de haber vivido en familia. Esta se da por divorcio, separación o viudez y su funcionamiento armónico conlleva la superación de tres etapas.
Las tres etapas consisten en las iniciales o de fantasía, las intermedias o de negociación y las finales o de normas (Valdés, 2007). Para que la familia viva en armonía y pueda cumplir con sus funciones de protección y nutrimiento afectivo, esta debe identificar las etapas y superarlas adecuadamente.
Etapa Inicial
A lo largo de esta etapa, debido a que algunos o todos los integrantes de la familia han tenido una experiencia familiar previa, se generan expectativas irreales o fantasiosas acerca del funcionamiento de la misma. Más tarde se da una desilusión al notar que el ideal de familia que se tiene en mente no se está llevando a cabo, en este punto es de suma importancia que la familia hable acerca de las expectativas que tiene de cada uno de sus integrantes, que expresen los sentimientos positivos y negativos acerca de la situación y pasen a la siguiente etapa.
Etapa Intermedia
A lo largo de esta los integrantes de la familia han notado las diferencias entre el ideal mental sobre los demás y la realidad de la familia, por lo tanto corresponde comenzar a realizar las negociaciones respectivas. Por ejemplo si se espera que el padre sea comunicativo y afectivo, que la madre aplique el mismo estilo de disciplina que el padre o que los hijos sean más responsables y autónomos., incluso debe negociarse el rol de los abuelos, tíos y otro padre o madre biológica. El punto importante es saber negociar las funciones y roles de cada integrante, de tal manera que todos queden satisfechos.
Etapa Final
Si la etapa intermedia se ha sobrellevado adecuadamente, en esta etapa final se concretan los acuerdos mediante normas y límites claros. Es fundamental que estos se anoten para que no queden en el olvido y así la familia pueda cumplir sus funciones de socialización, protección, nutrición afectiva y seguridad económica.
En conclusión, las familias reconstituidas enfrentarán desafíos que surgen por el contraste entre los ideales de familia que cada integrante tiene y la realidad que vive. Por ello es necesario negociar roles y funciones de la manera más clara posible a fin de que la convivencia sea armónica. Recuerda que es importante no dejarse abrumar por el sentimiento de decepción o frustración, ya que toda relación necesita trabajo.
Fuente: Cuervo, A. (2007). Familia y desarrollo: intervenciones en terapia familiar. México: Editorial Manual Moderno.
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