Seis razones para consultar al psicólogo después de un divorcio

El divorcio es una experiencia que requiere de esfuerzos cognitivos, emocionales y económicos. Hace a la persona enfrentarse con sus creencias románticas, expectativas del amor, el matrimonio, los mitos familiares y los prejuicios sociales.Independientemente de lo que pienses, la separación es una forma de resolver los problemas de pareja. Actualmente los prejuicios hacia el divorcio son menos frecuentes y es más común que una pareja decida resolver sus conflictos separándose. Sin embargo, el proceso tiene sus aristas ya que la separación no es un solo proceso, sino seis que te explico a continuación (Kaslow como se citó en Bolaños, 1998):

  1. Distanciamiento emocional. En esta etapa, los miembros de la pareja comienzan a distanciares afectivamente, además pueden también iniciar peleas a las que no encuentran solución, esto socava el vínculo afectivo y crea distanciamiento entre sus integrantes. ¿Qué puede hacerse en esta etapa? asistir a psicoterapia de pareja. Una vez que inician los problemas, se ponen a prueba las habilidades de negociación y resolución de conflictos. Si la pareja no cuenta con ellas, es más probable que se se paren. Por esta razón, es oportuno asistir a terapia y adquirir estas habilidades.
  2. Separación legal. Una vez se han dañado los vínculos afectivos que garantizan la convivencia, se busca la asesoría de un abogado cuando la unión implica matrimonio. En este momento, las acciones que se toman están más relacionadas con la división de bienes. Quien realiza el arbitraje en esta etapa, es un abogado ya que la decisión tiene implicaciones legales.
  3. Separación económica. Esta se desarrolla unida a la separación legal. En esta etapa es importante contar con habilidades de negociación respecto a las divisiones de los bienes que se adquirieron estando juntos, la distribución de los gastos del hogar y el costo del proceso mismo de separación.
  4. Separación co-parental.  En muchos casos se tiene la idea irracional de que separarse como pareja es terminar con la familia, pero no es así, ya que el dejar de ser pareja no es equivalente a dejar de ser padre o madre. Aunque no se viva físicamente en el mismo espacio, los vínculos de padre e hijo aún existen. En esta etapa, los padres suelen enviar a terapia a sus hijos, bien sea por iniciativa propia o por presiones de los centros educativos. Aunque esta acción es loable, también es importante considerar que los padres en proceso de separación, se verán beneficiados con un proceso psicoterapéutico.
  5. Separación social. Luego de la separación emocional, legal y coparental, cada miembro de la antes pareja debe afrontar la separación social. Esta separación implica responder a los comentarios de los amigos y la familia extensa cuando preguntan por la separación. También abarca las decisiones de la vida social como dejar a los hijos en la escuela o cambiarlos y también decidir respecto a las actividades sociales y religiosas.
  6. Separación psicológica. Es la última en darse puesto que implica la elaboración de todas las etapas anteriores. Una vez se ha visto en perspectiva el proceso de separación, la implicación personal, social, legal y económica que todo el proceso conllevó, la persona estará en la capacidad de ver hacia atrás en el tiempo y valorar las dificultades como episodios de la vida de los que se obtuvo una enseñanza. En este momento la persona está lista para iniciar una nueva relación.

Como puedes ver, el divorcio es un proceso complejo, ya que conlleva esfuerzos económicos, emocionales y cognitivos, por lo que es una buena idea visitar al psicólogo clínico de enfoque cognitivo y conductual para que ayude al procesamiento afectivo del enojo, la tristeza, frustración y culpa. Además ayudará al desarrollo de habilidades sociales como la negociación y la resolución de conflictos, pero sobre todo, de una nueva definición de la identidad propia para que inicies una etapa nueva en tu vida.

Fuente

Bolaños, I. (1998). Conflicto familiar y ruptura matrimonial. Aspectos psicolegales. En Marrero, J.L. (Comp.) Psicología Jurídica de la familia, Madrid: Fundación Universidad Empresa, Retos jurídicos en las Ciencias Sociales.

Imagen obtenida de pixabay.

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